El pasado mes de febrero se cumplieron 42 años de un suceso ocurrido en Nepantla, cuando el Ejército abatió una casa de seguridad de las Fuerzas de Liberación Nacional. El saldo fue de cinco guerrilleros asesinados y dos detenidos, sin bajas para los militares. La masacre adquirió una importante carga simbólica, al punto en que se le puede considerar como uno de los hitos que explican la fundación del Ejército Zapatista de Liberación Nacional en 1983. Por ello, el órgano oficial interno de las FLN entre 1979 y 1993 se denominaba "Nepantla" y el 14 de febrero es el día en que los zapatistas celebran a todos sus caídos.
domingo, 15 de mayo de 2016
Derriban iglesia del sigo XVI en Nepantla.
Conociendo el Centro Cultural Sor Juana Inés de la Cruz
Breve historia de Nepantla
Los orígenes de San Miguel Nepantla comienzan a mediados del siglo XVI como una hacienda propiedad de los padres dominicos de la Ciudad de México, en el año de 1639, el entonces Virrey de la Nueva España, Lope Díez de Aux de Armendáriz, Marqués de Cadereyta, concendió a los indígenas de Nepantla ser considerados como una media república de indios, que en 1808 fue constituida en república completa. Los dominicos arrendaban la hacienda, y uno de esos arrendatarios fue Pedro Ramírez de Santillana, abuelo de quien llegaría a ser Sor Juana Inés de la Cruz, quien nació en dicha hacienda el 12 de noviembre de 1648 o 1651 según diversas fuentes, con el nombre de Juana Inés de Asbaje y Ramírez de Santillana. De la casa donde nació Sor Juana se preservan en la actualidad parte de las paredes de la cocina, resguardadas en el Centro Cultural Sor Juana Inés de la Cruz, museo inaugurado en 1995 en donde se preservan dichos restos así como otros objetos y pinturas de la época colonial. El impulso al rescate del lugar de nacimiento de Sor Juana se dio a partir de 1942 por iniciativa del entonces gobernador del Estado de México, Isidro Fabela. Por propia iniciativa, el 14 de julio de 1945 el Congreso del Estado de México modificó oficialmente el nombre de San Miguel Nepantla a Nepantla de Sor Juana Inés de la Cruz.
sábado, 23 de abril de 2016
Biografía de Sor Juana
El pasado 17 de abril se cumplieron 371 años de la muerte de Sor Juana Inés de la Cruz, considerada como la máxima exponente de la literatura hispanoamericana del siglo XVII. A continuación presentamos algunos aspectos destacados de su biografía.
Juana Inés de Asbaje y Ramírez de Santillana, nació el 12 de noviembre de 1651 en San Miguel de Nepantla, Amecameca. Fue hija de una mujer criolla de nombre Isabel Ramírez y de Pedro Manuel de Asbaje, de origen vasco.
Cuando tenía 13 años, Juana Inés fue llamada a la corte virreinal para servir como dama de la virreina doña Leonor Carreto, Marquesa de Mancera. Los virreyes la protegieron, por lo que el ambiente de la corte influyó de manera definitiva en su formación.
Harta de la vida cortesana y sin muchas opciones por delante, decidió entrar al Convento de San José de Carmelitas Descalzas el 14 de agosto 1667.
Apenas tres meses después de su ingreso, se vio forzada a abandonar el convento. Año y medio después regresó a la vida de religiosa, esta vez en el Convento de San Jerónimo. El 24 de febrero de 1669 tomó los votos definitivos y se convirtió en Sor Juana Inés de la Cruz.
En este lugar escribió la mayor parte de su obra y alcanzó la madurez literaria, ya que pudo compartir sus labores de contadora y archivista del convento.
Los temas de sus obras siempre fueron variados, desde lo religioso hasta lo profano. Su amor por la lectura le llevó a armar una colección bibliográfica de cuatro mil volúmenes; llegó a ser considerada la biblioteca más rica de Latinoamérica de su tiempo.
El primer libro publicado por Sor Juana fue Inundación Castálida, que reunió una buena parte de su obra poética y fue publicada en Madrid, antes que en la Nueva España.
Todo transcurría bien en su vida conventual hasta que le escribió una carta a Sor Philotea de la Cruz, su estudiosa aficionada en el convento de la Santísima Trinidad de la Puebla de los Angeles, y era una crítica a un sermón del jesuita portugués Antonio de Vieyra, muy afamado teólogo de la época.
Esta crítica tuvo terribles consecuencias pues cuestionaba las distancias entre el amor divino y el amor humano, lo celestial y lo terrenal, constituyó un intenso ensayo autobiográfico y declarativo de principios intelectuales.
Tras el revuelo que originó esta carta, el obispo de Puebla Fernández de Santa Cruz le instó a dejar las actividades académicas y a dedicarse a las labores del convento.
A pesar de que Sor Juana se defendió a través de una carta, terminó por obedecer, renunciando a sus instrumentos y a su biblioteca. El resto de sus días se dedicó a la vida conventual.
El 17 de abril de 1695, Sor Juana Inés de la Cruz falleció víctima de una epidemia que azotó al convento de San Jerónimo. Fue inmortalizada con el nombre de la Décima Musa.
Juana Inés de Asbaje y Ramírez de Santillana, nació el 12 de noviembre de 1651 en San Miguel de Nepantla, Amecameca. Fue hija de una mujer criolla de nombre Isabel Ramírez y de Pedro Manuel de Asbaje, de origen vasco.
Cuando tenía 13 años, Juana Inés fue llamada a la corte virreinal para servir como dama de la virreina doña Leonor Carreto, Marquesa de Mancera. Los virreyes la protegieron, por lo que el ambiente de la corte influyó de manera definitiva en su formación.
Harta de la vida cortesana y sin muchas opciones por delante, decidió entrar al Convento de San José de Carmelitas Descalzas el 14 de agosto 1667.
Apenas tres meses después de su ingreso, se vio forzada a abandonar el convento. Año y medio después regresó a la vida de religiosa, esta vez en el Convento de San Jerónimo. El 24 de febrero de 1669 tomó los votos definitivos y se convirtió en Sor Juana Inés de la Cruz.
En este lugar escribió la mayor parte de su obra y alcanzó la madurez literaria, ya que pudo compartir sus labores de contadora y archivista del convento.
Los temas de sus obras siempre fueron variados, desde lo religioso hasta lo profano. Su amor por la lectura le llevó a armar una colección bibliográfica de cuatro mil volúmenes; llegó a ser considerada la biblioteca más rica de Latinoamérica de su tiempo.
El primer libro publicado por Sor Juana fue Inundación Castálida, que reunió una buena parte de su obra poética y fue publicada en Madrid, antes que en la Nueva España.
Todo transcurría bien en su vida conventual hasta que le escribió una carta a Sor Philotea de la Cruz, su estudiosa aficionada en el convento de la Santísima Trinidad de la Puebla de los Angeles, y era una crítica a un sermón del jesuita portugués Antonio de Vieyra, muy afamado teólogo de la época.
Esta crítica tuvo terribles consecuencias pues cuestionaba las distancias entre el amor divino y el amor humano, lo celestial y lo terrenal, constituyó un intenso ensayo autobiográfico y declarativo de principios intelectuales.
Tras el revuelo que originó esta carta, el obispo de Puebla Fernández de Santa Cruz le instó a dejar las actividades académicas y a dedicarse a las labores del convento.
A pesar de que Sor Juana se defendió a través de una carta, terminó por obedecer, renunciando a sus instrumentos y a su biblioteca. El resto de sus días se dedicó a la vida conventual.
El 17 de abril de 1695, Sor Juana Inés de la Cruz falleció víctima de una epidemia que azotó al convento de San Jerónimo. Fue inmortalizada con el nombre de la Décima Musa.
Nepantla de Sor Juana Inés de la Cruz
Nepantla de Sor Juana Inés de la Cruz es un pueblo situado en el estado de México. Es célebre por ser el lugar de nacimiento de la llamada Décima musa. Esta localidad cuenta con un centro cultural dotado de biblioteca, museo de sitio, que exhibe las ruinas de lo que fue la casa de la religiosa y un auditorio al aire libre perfectamente equipado en sonido e iluminación, además de extensas áreas verdes y un conjunto de aulas en donde se imparten talleres de música, danza, pintura y otras artes. Nepantla, que es una delegación del municipio de Tepetlixpa, fue designado en 2013 como pueblo con encanto. En vocablo nahuatl, Nepantla significa en medio. Esto se debe a su privilegiada ubicación entre el frío Amecameca, situado al pie del Popocatepetl y la cálida Cuautla, en el estado de Morelos, lo que da como resultado un clima agradablemente templado.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)